La distribución de los espacios ha variado mucho en las últimas décadas. Ahora, se busca aprovechar al máximo todo el espacio disponible. Se busca dar una sensación de amplitud, como seguro que habrás visto en los diversos programas de televisión sobre reformas.
Precisamente, es por ello que se han popularizado conceptos como el de la cocina abierta. Una forma de unir la cocina con el salón, eliminando barreras arquitectónicas. Es decir, la cocina se acaba integrando en el salón o comedor.
A pesar de la fama que han adquirido las cocinas abiertas, hay muchas personas que son reacias a este concepto de distribución en el hogar. Por eso, primero vamos a ver a qué nos referimos con las cocinas abiertas y cuáles son las ventajas de disponer de una de ellas en nuestro hogar.
Características de una Cocina Abierta
Tal y como hemos comentado, una cocina abierta es aquella que se ha integrado en otra estancia del hogar. En este caso, en la sala-comedor o salón contiguo a la misma. Por lo tanto, ambos espacios conviven en la misma estancia, aunque sean dos espacios claramente diferenciados.
Las cocinas abiertas han ganado mucha popularidad en hogares como pequeños apartamentos, pero también en viviendas unifamiliares de grandes dimensiones. La cocina abierta se suele componer de un frontal o un mobiliario de cocina en L, aprovechando dos paredes y la esquina que forma.
Si el mobiliario de la cocina solo ocupa el frontal, normalmente está destinado a dos zonas de trabajo, de las tres esenciales que contamos a la hora de trabajar en la cocina: la vitrocerámica, el fregadero y la nevera. Una de las tres zonas de trabajo de cocina suele ir destinado a una isla o península.
Por el contrario, si se dispone de una cocina en L, integrada por el salón, las tres zonas de trabajo pueden ir perfectamente en dicha distribución.
De una forma u otra, lo habitual es que haya una separación de espacios, entre la cocina y el salón o comedor. En este caso, se suele introducir una isla o península o, cuando el espacio no da para mucho más, una barra.
Ventajas de una Cocina Abierta
La cocina abierta puede ser de gran utilidad, por numerosas razones. Aquí, os vamos a mostrar algunas de estas ventajas que nos ofrecen.
Amplitud de Espacio
Ya lo habíamos planteado anteriormente. Una de las razones que llevan a muchas personas a tener una cocina abierta es la amplitud del espacio que genera. Por eso, cuando se acomete una reforma, es ideal si se tiene una cocina pequeña o un salón pequeño, puesto que creas un espacio diáfano y con mayor sensación de amplitud. Este concepto encaja, además, con las nuevas tendencias decorativas, mucho más modernas y minimalistas.
Mayor Iluminación
Al igual que se consigue una mayor amplitud de espacio, una de las ventajas que ofrece una cocina abierta es que se aprovecha mucho más la entrada de luz. Imagínate, por ejemplo, que la cocina da a un patio interior, gracias a la entrada de luz desde el salón, podrás aprovechar mucho más las horas diurnas.
Más Interacción
Una barrera arquitectónica también puede ser un problema para diferentes situaciones. Así, una de las cosas que más fastidian de cocinar es no poder interactuar con el resto de las personas. Eso lo notarás al preparar la cena con amigos, de forma más esporádica, pero también si quieres cocinar y estar vigilando a los niños, ¿no te parece? Gracias a una cocina abierta, puedes sacar los paltos más rápidamente y socializar con las personas que se encuentran en el salón.
Como puedes ver, existen diferentes ventajas por las que tener una cocina abierta. Si estás buscando una empresa de reformas, en Lacarte contamos con una amplia experiencia en reformas de cocinas, ¡consúltanos!