A cualquiera le gusta que todo en nuestro hogar funcione. Por eso, las averías en casa son un contratiempo que puede ser todo un quebradero de cabeza. En este caso, las averías relacionadas con la fontanería nos pueden suponer un verdadero problema.
La salida constante de agua y posible deterioro del mobiliario o incluso de instalaciones, en especial la eléctrica, hace que debamos de tener especial cuidado, cerrando inmediatamente la llave de paso de agua.
Problemas más comunes en la fontanería
En este post os queremos hablar de las averías más comunes que hay en el ámbito de la fontanería, ¡con sus respectivas soluciones! Obviamente, con una buena labor de mantenimiento, conseguiremos sufrir menos averías y, en muchos casos, nosotros mismos podremos solucionarlos.
En otros casos, tendrás que contar con un profesional para que lo solucione. En Lacarte, contamos con más de 25 años de experiencia en servicios de fontanería, ¡consúltanos!
Fregadero atascado
Si hablamos de atascos en tuberías, probablemente el del fregadero de la cocina sea el más común. No en vano, muchos de los desperdicios, como la comida, acaban en el fregadero. Por si fuera poco, en la cocina no hay bote sifónico, como sí sucede en muchos baños.
Este tipo de averías pueden suponer una gran molestia. Así, no solo no se evacúa el agua, sino que se generan olores muy desagradables, al ser de desechos de comida.
Cuando el fregadero se ha atascado, puede deberse a la obstrucción en el sifón o en la bajante. En este caso, lo más rápido y cómodo es utilizar un desatascador manual, un desatascador de tuberías o utilizar productos caseros como el vinagre o el bicarbonato sódico. Si aun así se atasca y vemos que no llega a tragar el agua, aunque sea a una velocidad más lenta de lo habitual, podemos tener un problema mayor.
Para poder solucionarlo, dependeremos fundamentalmente de si el sifón es desmontable. En la mayoría de hogares es así, pero en algunos antiguos no lo es. Al desmontarlo, puedes encontrar rápidamente el atasco y eliminarlo.
En función de la zona, podemos utilizar nuestras propias manos, si podemos llegar a la obstrucción. En el caso de que se encuentre en una zona muy profunda, podemos utilizar un alambre desatascador.
Si no es desmontable, dependeremos de contactar con un fontanero para que cambie esta parte de la instalación. Obviamente, lo recomendable es que instale un sifón desmontable.
Atasco en el Lavabo o la Ducha
Al igual que sucede con el fregadero, otro de los atascos más comunes se produce en el lavabo del baño. Si bien es cierto que es menos recurrente, puede producir una gran molestia ya que lo utilizamos mucho más de lo que pensamos.
Tanto en el lavabo, como en la ducha, el atasco se suele deber a la acumulación de pelo y la grasa acumulada del jabón, creando una obstrucción que, en ocasiones, es difícil de eliminar. Como en el caso del fregadero, las soluciones para desatascar el lavabo pasan por utilizar un desatascador manual o uno químico, vinagre o bicarbonato sódico, con el fin de que al menos pueda pasar el agua.
Si no, deberemos de ver el sifón y ver si está obstruido o si el atasco está en la bajante. En el caso de no poder desatascarlo, de nuevo requeriremos de la ayuda de un fontanero profesional para encontrar la obstrucción.
Cuando hablamos del atasco en la ducha, lo que hay que hacer, sino funciona el desatascador, es retirar la pieza metálica y que ejerce de propio filtro de la ducha. Desde ahí, accederemos a la entrada de la tubería, donde es posible encontrar los restos de jabón y pelo que están obstruyendo el paso del agua.
De no ser así, acceder a la tubería de la ducha es mucho más complicado, por lo que es posible que necesites el trabajo de un fontanero.
De nuevo, para evitar que el lavabo o la ducha se atasque, lo mejor es optar por no dejar que se acumulen desechos en el interior de la tubería. Cuando hablamos del baño, es mejor recoger los pelos y el jabón, tirándolo a la basura o, en su defecto, al inodoro, donde la boca de la tubería es mucho mayor.
Goteo del Grifo
El sonido del goteo del grifo suele ser realmente molesto y, lo que es peor, suele llevar aparejado de algún problema en el interior del mismo. Más concretamente, en las juntas del grifo.
Para saber exactamente qué es lo que le sucede al grifo, hay que ver por dónde sale el agua y si es en el aireador o en la parte giratoria del caño. En el caso de que la fuga esté en el aireador, la mejor solución es sustituir la junta. En el caso de que sea el caño, hay que cambiar la junta tórica.
Fuga en la ducha
Dentro de las fugas que podemos encontrar en nuestra casa, una de las más comunes es la de la ducha de mano. Seguro que te das cuenta que, al dejar sujeta la manguera, vemos que sale agua. Es posible que incluso lo notes cuando abras la ducha y veas que parte del agua no sale por el grifo.
Normalmente, no implica un grave problema. Es una molestia que se puede subsanar de forma fácil. Tal y como sucede cuando gotea el grifo, el problema suele estar en la unión entre la manguera y la ducha. Es decir, en su junta tórica.
Para solucionarlo, lo que hay que hacer es desenroscar el cabezal de la alcachofa y cambiarlo por una junta de las mismas características.
Pérdida de Agua de la Cisterna
Con el paso del tiempo, los sanitarios se ven muy deteriorados. También sucede lo mismo en el caso del inodoro, donde se pueden producir fugas o que no llegue a recargar el agua. Por lo tanto, la atención ante un problema del inodoro se centra en la cisterna.
Muchas veces, la cisterna no recarga el agua porque alguna de sus piezas se ha desajustado. Ajustando las piezas, se suele subsanar este contratiempo. En otros casos más graves, puede que se llegue a estropear la bomba de la cisterna y tener que cambiarla.
Si la cisterna es muy vieja y da muchos problemas recurrentes, puede que la opción más lógica sea cambiarla por una más eficiente. Además, ¡ahorrarás en el consumo de agua!
Sale poco agua del grifo, ¡o ni siquiera sale!
Esta pequeña avería es muy común. En muchos grifos, de repente vemos que sale menos agua de la que debiera o que directamente no sale. Por norma general, esto se debe a un problema del filtro. Es algo muy común y redundante en aquellas zonas donde el agua tiene una gran cantidad de cal, ¡lo conocemos muy bien en Zaragoza!
Lo que suele suceder es que el filtro del grifo tiene una gran acumulación de cal. Para eliminarlo, puedes quitar el filtro y colocarlo en un vaso de vinagre, durante toda una noche, ¡por la mañana estará impoluto!
En el caso de que el agua siga sin salir de forma adecuada, el problema puede estar relacionado con la presión del agua. Verifica que la llave esté correctamente abierta y, si sigue habiendo problemas, consulta con un fontanero.
Como puedes ver, hay diferentes averías de fontanería sencillas de solucionar. Recuerda que, con un buen mantenimiento, evitarás mayores males.